viernes, abril 17

Sobre las marchas estudiantiles

Sé que hace tiempo que no escribo pal blog... la verdad es que he andado medio falto de inspiración y no se me ocurren muchas weas para escribir... pero ahora ando con ganas de escribir algo que es bastante distinto a lo que normalmente escribo... un tanto polémico para algunos, quizás algunos me encuentren algo de razón, y otros me puteen, que se yo... pero sólo quiero compartir un poco mi punto de vista.

Llegó abril, un mes que significa varias cosas: el calor comienza a bajar porque se da inicio al otoño, empiezan las pruebas, se acabaron los carretes mechones... y comienza el período de movilizaciones. Para los que estudien en liceos, universidades públicas u otras con "conciencia social", deberían saber que el período que va entre abril hasta junio o julio se caracteriza por ser el período en que todos muchos actores sociales (principalmente profesores, trabajadores y estudiantes) salen a la calle a marchar y luchas por sus derechos.

El objetivo de este artículo no es criticar, deslegitimar o desvalorizar el verdadero valor de las peticiones: personalmente considero que muchas de ellas son bastante válidas. El punto es que este es ya mi tercer año estudiando en la Universidad de Chile y estoy algo cansado del verdadero circo que se arma durante este período, cuando instituciones como la FECH, la CONFECH, entre otros comienzan a hacer el llamado a movilizaciones para luego negociar a puertas cerradas en julio y en agosto vuelvan al silencio con su lema de "si te he visto, no me acuerdo".
Siempre he creído en la fuerza que puede lograr el movimiento estudiantil cuando está debidamente organizado: desde el año 2006 apoyé entusiastamente la marcha de los secundarios en la llamada "Revolución Pingüina", y luego en los años siguientes he participado activamente en política universitaria. Sin embargo, creo que el gran problema hoy en día es que los dirigentes políticos de los estudiantes se encuentran preocupantemente deslegitimados: y no son los medios los que lo hacen como muchas veces se señala, son los mismos dirigentes los que se encargan de deslegitimarlo a través de circos como éste. En otras palabras, el poder del movimiento estudiantil se está cayendo a pedazos porque son los mismos estudiantes los que ya no creen en él, lo cual es preocupante.

Insisto, no voy al fondo de las movilizaciones, es decir, al porque la gente sale a marchar, pues muchas de sus peticiones son absolutamente válidas -por ejemplo, la LGE sólo hace cambios minúsculos a la LOCE, cuando lo que en Chile se necesita es un cambio radical a su sistema educativo y a lo que se entiende por derecho de educación y libertad de enseñanza-. Sin embargo, seguir con este circo de movilizaciones calendarizadas con las estaciones del año, continuar mezclando temas tan diversos en un petitorio que hace que se pierda tanto el horizonte como el destinatario -he visto muchas veces como la FECH convoca a protestar en contra tanto del actuar del Gobierno como de la Casa Central de la Universidad-; lo único que hace es que más y más gente como yo deje de tener fe en el poder que efectivamente podemos llegar a tener nosotros los estudiantes como importantes actores sociales dentro de este país.

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