Te despiertas, y antes de que puedas echar un respiro esta ahí. A veces se manifiesta sumisa, cautelosa, quizás hasta un poco tímida. Otras se presenta desgarradora, punzante, agresiva. Pero siempre está ahí, esperando el momento preciso para abofetear tu rostro y hacer que tu día se convierta en una basofia. Si, ya sabes a que me refiero (si no sabes aún, solo sigue leyendo) es la resaca. La caña, la cañufla, la ñufla, la ñafls, o como desees llamar a esa extraña sensación que logra agobiar nuestros (hermosos) cuerpos luego de una larga noche de partusa y berrinche. Puede atacar en cualquier momento, a veces de noche cuando te has ido de fiesta por la tarde, o en la tarde cuando te has levantado y aun sigues alcoholizado, y mas comunmente en la mañana. Ten cuidado, pues no discrimina horarios ni personas. A nadie por encima del hombro mira y afecta tanto a millonarios como a pobres. A cristianos y judios. Nadie se escapa de sus garras. Se manifiesta de diversas maneras. Puede empezar con un cauteloso dolor de estomago, sensación de asco, y un aroma reconocible a varios metros. Se apodera de tu cuerpo, es como un aura. A veces es un dolor de cabeza punzante, imposible de evitar. A veces te hace pensar que vas a morir, pero no le creas pués nunca te causa la muerte (al menos yo aún no muero por caña). Te pone débil y de malas ganas, y si es que te corresponde trabajar será el día de menos producción que tendrás.
Bueno, este es mi pequeño pero no menos ponderable no-homenaje a ella, la infaltable, la incolume, la sublime, la poderosa caña. Porque tu y yo lo hemos sentido, dentro de tu cuerpo, debajo de las uñas, entre medio de los dedos de las patas, y a veces hasta en los sueños. Porque nada sería lo mismo sin ti.
Por lo anteriormente señalado,
SALUD!
caña de mierda !
ResponderEliminarsiempre que me levanto al otro dia aun estoy ebrio xD
ResponderEliminarcaña ctm la odio.
ResponderEliminar