martes, septiembre 21

No hay mejor medidor de la gigante desigualdad social que hay en nuestro país que

El metro de Santiago.


Es impresionante la diferencia de las personas que se suben y bajan en unas estaciones/trayectos específicos (por ej: la gente que se sube de Baquedano hacia San Pablo es 180º distinta a la gente que se sube entre Baquedano y Los Dominicos. Y así hay muchos ejemplos más)

Esta observación encubre una realidad que hay que cambiar: el 10% más rico de este país gana 46 veces más que el 10% más pobre. También muestra que el auge económico de los últimos años, lamentablemente no ha ido de la mano de un crecimiento en la ideosincracia del país. Aún falta la solidaridad, hay un gran culto a la apariencia y por último una falta de identidad propia, la que sólo reluce en Septiembre.

Esto de la desigualdad no lo digo yo, sino estudios que nos ponen en el lugar #110 de 124 países en el ranking de igualdad de ingresos que lidera Dinamarca. Nos ganan países como Camboya, Madagascar, Gambia, Jordania, Burkina Faso, etc. Somos de los países que peor brecha de ingresos tiene. Síntoma de falta de solidaridad.


*Esta es la razón por la que cuando me dicen camboyano me siento un poco orgulloso.

¡Cambiemos esto! yo estoy seguro que la nueva generación puede. Eso sí, creo hay que partir por casa siendo un poco (ojalá mucho) más solidarios. Invertir más tiempo en compartir, en esparcir ideas, en usar la creatividad. A fin de cuentas, lo mío es tuyo y lo tuyo es mío.

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