martes, diciembre 15

Elecciones y medios

Además de la selección de fútbol y la delincuencia, lo que ha marcado la pauta noticiosa de nuestros grandiosos medios de comunicación este año ha sido la elección presidencial.

A mí por lo menos me gusta el fútbol, por lo que no me molesta ver goles y leer o ver noticias de ese tipo todo el rato, pero hay que decir que la mayoría de las veces las noticias deportivas tienen nada de deporte y mucho de tonteras y cahuines absurdos que dan lástima. Con respecto a las noticias de delincuencia, son un chiste. Hasta el lanza más inofensivo es catalogado como el mismísimo demonio, y los periodistas se afanan en buscar cualquier delito, robo, violación u otro que sirva para acaparar titulares sensacionalistas y notas ridículas que nos metan miedo y nos hagan sentir desvalidos, y pedir a gritos más carabineros en nuestras calles. Que susto.

Pero lejos, lo que más que molesta son las weas sobre las elecciones. Los medios pintan las elecciones como una gran fiesta cívica, donde los ciudadanos renuevan sus derechos y deberes frente a la sociedad, como si se tratara de la instancia participativa por excelencia, muestra de la larga y limpia tradición democrática que a Chile tanto le gusta adjudicarse. Políticos y medios se funden en un coqueteo asqueroso, donde los primeros llevan a cabo actividades o se mandan frases o discursos sólo en la medida en que van a aparecer en la prensa. Los candidatos no hacen cosas que no salgan en la prensa, y para los medios es noticia hasta el moco que se asoma por la Nariz de frei o la cantidad de pestañeos de Piñera. Los candidatos tiene un guión que pareciera ser entregado por los mismos que muestran las noticias. Nos muestran puras weas tontas, nunca salen los programas de gobierno, nunca se investigan las conexiones turbias que tienen los candidatos, muestran sólo una imagen de cartón de los candidatos, donde pretenden estar impecables, simpáticos, accesibles y preocupados por todos los males de la sociedad. Si en verdad quisieran ayudar deberían matarse entre ellos.

La calaña de los políticos chilenos queda reflejada especialmente en los periodos de elección, como el que vivimos en este momento, cuando se observa que el éxito de los candidatos a dirigir la poderosa máquina estatal está dado por qué tan bien aparecen en los carteles propagandísticos, qué tan simpáticos puedan parecer ante el público, con cuántas apariciones en programas televisivos o radiales cuentan, quién tiene el mejor jingle, o incluso en quién tiene la mejor esposa. Y los medios son los que se prestan para este sucio circo.

Es un circo rancio el que lamentablemente estamos presenciando. Un circo hecho tanto por los políticos y por los medios, y también por nosotros mismos que caemos, muchas veces sin quererlo, en este juego de mierda.

El domingo de la elección estaba haciendo un zapping cuando me tocó toparme con un programa que estaban dando en el 13, un especial de las elecciones animado por la hermosa Vivi Kreutzberger, secundado por importantes referentes como Hotuiti y su polola Fran ex-Yingo, y no me acuerdo quién más. Bueno, la cosa es que en el programa hacían jueguitos de la onda de sábado gigante, pero tematizados con la elección, jajaja. Había un "póngale la cola al burro", pero en vez de burros estaban los candidatos. Imagínense la ondita...

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