Hay ciertos dias en que me levanto, y antes de que pueda abrir los ojos un extraño pesimismo se apodera de mis pensamientos. Aunque quizás no sea un pesimismo tan extremista, si provoca una sensación de que hay ciertas cosas que no andan bien. Y es que miro muchos detalles en muchas cosas y me doy cuenta de que cada día que pasa perdemos mas nuestra humanidad. Digo, no es que si pasa mucho tiempo dejemos de ser humanos, pero con toda esa teconología de punta y todo eso, cada vez nos parecemos mas a unos robots. Con decirles que ahora cada vez que queremos comunicarnos con alguien solo debemos encender nuestro ordenador, abrir el programa de chat de turno y listo, podemos comunicarnos con quien queramos este donde este a cualquier hora. Y no está mal, en cierta medida es bastante benefioso quizas por los costes de oportunidad que este genera (menos tiempo, mas libertad, simultaneidad de conversaciones,etc), pero cada vez se pierde esa humanidad en la relacion con los demas. Es ese momento cuando comenzamos a creer en el alter ego del msn, cuando dejamos de escuchar las voces de la gente que quien hablamos. Se ha perdido un sentido de comunion con las personas. Ya no nos juntamos a hacer el trabajo en la casa de un compañero, si no que nos juntamos en msn y todo se realiza a traves de internet. Y todo esto de alguna manera pareciera mecanizarnos. O el mp3. Debo reconocerme un adicto a este aparato, y sin embargo me perturba el hecho de que aislados quedamos del mundo cuando nos ponemos este aparato en las orejas. Ya no queremos oir los ruidos de la calle, los escondemos con el sonido de una buena cancion, pero hay algo ahi que se pierde, entre el gentío y el ruido de las micros. O los plasmas que cada vez tienen que ser mas grandes con mas resolucion y mas luz a nuestros ojos, para mantenernos mucho mas tiempo aletargado frente a él viendo la mierda que sea. Basta darse cuenta del efecto que tiene la luz sobre los insectos. Somos adictos a la deshumanizacion. Cada vez necesitamos algo que haga mas corto y mas facil el trabajo. Nos estamos poniendo flojos. Y esto es gradual. Bastante cuesta encontrar un lugar donde reine el silencio, y tomarse un te o un cafe o lo que sea y solo conversar. O a veces ir a la playa y mirar el atardecer. Son cosas que no hacemos siempre, porque estamos acostumbrados a siempre estar estimulados, preferimos ir a jugar playstation u otras cosas.
A veces me levanto y tengo esa sensación. Pero no todo esta perdido. Porque aun somos humanos. Aun gozamos con la sonrisa del compañero y nos sentimos bien cuando tenemos una agradable conversacion. Porque aun hay tiempo de buscar un lugar adecuado y vivir tranquilos, lejos de todo el ajetreo de los autos y los ejecutivos y toda esa mierda de metropolis y tecnologia.
No es que la teconologia este mal, es solo que nos absorbe. Nos corroe la razon, no paraliza el cerebo un poco.
bueno, solo eso
saludos
A veces me levanto y tengo esa sensación. Pero no todo esta perdido. Porque aun somos humanos. Aun gozamos con la sonrisa del compañero y nos sentimos bien cuando tenemos una agradable conversacion. Porque aun hay tiempo de buscar un lugar adecuado y vivir tranquilos, lejos de todo el ajetreo de los autos y los ejecutivos y toda esa mierda de metropolis y tecnologia.
No es que la teconologia este mal, es solo que nos absorbe. Nos corroe la razon, no paraliza el cerebo un poco.
bueno, solo eso
saludos
wuena volá , las cosas como son .
ResponderEliminarmientras se tenga conciencia de lo q causa el exceso de eso , todo bien , ya que uno no se puede desligar completamente creo yo.
salud
La polis está cada día más insana por un montón de factores que alteran constantemente el sentido de lo que se podría llamar, aunque de esto muy poco, humano.
ResponderEliminarPropongo la idea del decir adiós. No como un acto de antisocialismo ni mucho menos un acto suicida, sino tal vez, formar sociedad en lugares agenos a la pólis donde de alguna u otra forma podamos volver a ser lo que en algún momento fuimos.
La pregunta que me nace es si después de este "nuevo estado" en algún momento. ¿Volveremos a ser lo que actualmente somos?, pues por algo somos lo que actualmente somos.