martes, diciembre 9

Vértigo


Normalidad en la capital, día cualquiera.
Al menos, antes de verte ir rauda, esquiva, descaradamente zigzageante entre la masa gris de gente, al mediodía.
Pero no...
Me dejaste de brazos cruzados, amargo, como el café que compartimos (aparte de otras cosas) anoche.
No me dejaste nada, ni un gesto de despido.
Ni siquiera una marca en la cara.
Ni siquiera, maraca, un rasguño en delirio.
No me dejaste nada, solo a mí con mi polarización
Hoy saldré a emborrachar tu nombre, y a sanar tu música.
Tu puta música, setentera de mierda. Ayúdame ahora desde tu distancia indiferente.
Te lo pido, sana y calma las aguas, transfórmalas en un colchón, si, en un colchón, te lo pido.
Pero primero, lo primero:
contéstame
CONTESTA
POR LA CRESTA

Buzón de voz-gesto de disgusto en el rostro-botón cancelar llamada-se guarda el celular en el bolsillo-camina-cabeza gacha-la gente lo mira-puente del arzobispo-se sube a lo más alto-cuenta regresiva-3-2-1-se lanza-15 metros-cae al colchón, ya había alguien abajo esperándolo.

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